Según su origen, los expertos distinguen dos tipos de dolor. El más habitual es el nociceptivo, que se genera por la activación de los receptores del dolor (nociceptores) en respuesta a un estímulo como puede ser una lesión, una inflamación, una enfermedad, etc. Por lo tanto, "cumple la función de ...
Según su origen, los expertos distinguen dos tipos de dolor. El más habitual es el nociceptivo, que se genera por la activación de los receptores del dolor (nociceptores) en respuesta a un estímulo como puede ser una lesión, una inflamación, una enfermedad, etc. Por lo tanto, "cumple la función de alertarnos si algo va mal y, por ende, debemos reaccionar yendo al especialista para que nos cure la causa y deje dolor", explica Alan Luis Juárez-Belaúnde, coordinador del Grupo de Estudio de Dolor Neuropático de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y médico neurólogo del Área de Neurorrehabilitación y Manejo del Daño Cerebral de la Fundación Instituto San José (Madrid).
El otro es el neuropático, "el cual no está originado en los mismos receptores, sino que se produce cuando hay un daño en el propio tejido nervioso que manda las señales al cerebro, y ya sea una afectación de los nervios periféricos o a nivel central, que son los dos subtipos de dolor neuropático", añade el especialista. Con lo cual, es menos habitual, porque implica la lesión del mismo sistema de señalización hacia el cerebro de que algo anda mal, siendo una enfermedad infradiagnosticada que afecta a aproximadamente un 10% de la población, de acuerdo a los más recientes datos aportados por la SEN.
Juárez-Belaúnde recalca, asimismo, que entre ambos tipos existe una diferenciación en cuanto a tiempo. "Si el nociceptivo es un dolor que suele avisar durante un tiempo determinado y calmada la noxa desaparece, el neuropático es crónico, es decir, suele durar más de tres meses".
Entonces, cuando ya se cronifica el dolor, se dice que en hasta el 60 - 70% de la etiología está involucrado el dolor neuropático "¿Por qué? Porque las áreas tanto de ascenso central como de control descendente se han alterado, se han sensibilizado. Es lo que muchos clínicos conocen como el cuadro de sensibilización central".
El difícil abordaje del dolor crónico
"Cuando se cronifica el dolor, es mucho más complejo su manejo", aclara el coordinador del Grupo de Estudio de Dolor Neuropático respecto a si llega a desaparecer de alguna manera o los pacientes tienen que aprender a convivir con él. Más de tres millones de españoles padecen este tipo de dolor crónico, y cada año se producen 400.000 nuevos casos, pero "solo un 50% de los pacientes logra controlarlo, incluso con la combinación adecuada de los medicamentos según nos indican las guías".
Es por eso que, en opinión del neurólogo, "debemos tratar de usar otras medidas complementarias no farmacológicas para ayudar a esa persona a que su percepción del dolor cambie, entendiendo que una vez llegado el cuadro de sensibilización central lo va a tener durante una larga temporada en su vida, meses y a veces años". "No se trata de acostumbrarse, pero sí de aprender a convivir con él y de limitar al máximo esa percepción subjetiva del dolor", recalca.
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