La detección temprana de la depresión en ancianos es esencial para establecer un correcto diagnóstico

Es necesario conocer algunos de los síntomas más comunes como los cambios en el estado de ánimo como la tristeza, la sensación de desesperanza y la irritabilidad.

22/01/2024

La depresión en c a menudo pasa desapercibida, camuflada por otros problemas de salud derivados de la edad pero su impacto en las personas mayores es significativo, afectando su calidad de vida y bienestar emocional, por lo que la identificación temprana de la depresión es crucial para establecer un correcto ...

La depresión en c a menudo pasa desapercibida, camuflada por otros problemas de salud derivados de la edad pero su impacto en las personas mayores es significativo, afectando su calidad de vida y bienestar emocional, por lo que la identificación temprana de la depresión es crucial para establecer un correcto diagnóstico y un tratamiento efectivo.

Para ello es necesario conocer algunos de los síntomas más comunes como los cambios en el estado de ánimo como la tristeza, la sensación de desesperanza y la irritabilidad. También es frecuente la alteración en el sueño con dificultades para conciliar el sueño o despertarse frecuentemente durante la noche o dormir demasiado.

Asimismo, los ancianos con cuadro depresivo pueden presentar una pérdida o aumento de peso sin cambios aparentes en la dieta, síntoma que puede reflejar tanto un descuido de la alimentación por abatimiento como un intento de sentirse mejor emocionalmente a través de la comida. Además, en algunas ocasiones, los ancianos deprimidos pierden interés en actividades sociales y evitan participar en eventos familiares.

La sensación permanente de cansancio, la falta de energía y la dificultad para llevar a cabo actividades diarias pueden ser un síntoma de malestar emocional. La depresión en ancianos también puede llevar asociadas, en algunos casos, dificultades de concentración, olvidos frecuentes y una más que evidente lentitud en la toma de decisiones, lo que puede afectar a la capacidad para realizar tareas diarias de manera eficiente.

Por otro lado, los ancianos que sufren depresión suelen quejarse de dolores, molestias gastrointestinales y otros síntomas somáticos que no tienen una explicación médica. Así, la falta de motivación ante actividades que solían ser placenteras, así como la pérdida de alegría y entusiasmo por la vida también merecen una atención especial.

Por último, los ancianos deprimidos pueden tener comentarios recurrentes acerca de sentirse inútiles y, si la persona mayor verbaliza que tiene deseo de morir, requiere de una evaluación médica inmediata. El descuido en la higiene personal y la falta de interés en el autocuidado pueden ser indicativos de una pérdida de motivación y autoestima asociadas con la depresión.

Posibles causas de la depresión en mayores

Existen muchas razones por las que el anciano puede comenzar con un proceso depresivo y, en algunos casos, incluso puede deberse a varias causas combinadas, que abarcan desde aspectos biológicos hasta factores sociales o emocionales.

Entre las causas más frecuentes destacan los problemas de salud crónicos como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o el dolor persistente tienen un impacto significativo en el bienestar emocional de los ancianos, causando un estrés que puede desencadenar en depresión. El aislamiento y soledad también es un desencadenante claro de la depresión en ancianos.

Asimismo, los cambios vitales como la jubilación, la pérdida de la pareja o la adaptación a una nueva casa o a una residencia pueden aumentar la vulnerabilidad de una persona.

No obstante, también existe un factor genético o biológico como la predisposición genética a trastornos del estado de ánimo y los cambios en la química cerebral asociados con el envejecimiento, que pueden influir en la aparición de un cuadro depresivo. Además, los efectos secundarios de algunos medicamentos que suelen ser recetados a personas de la tercera edad pueden tener efectos secundarios que afectan el equilibrio emocional.

Otros factores son la presencia de trastornos cognitivos como la demencia, que puede afectar a la percepción del entorno y acelerar la depresión en ancianos; la incapacidad para llevar a cabo actividades que antes se hacían sin esfuerzo, como subir o bajar escaleras sin ayuda y que puede desencadenar sentimientos de inutilidad en el mayor; la preocupación por cuestiones financieras y la inseguridad económica; la percepción negativa de la vejez y el estigma social que tienen los ancianos; las alteraciones en los niveles hormonales o la pérdida de roles como el profesional o el del cuidador de la familia puede provocar una pérdida de interés por el día a día.

Cuidados que requiere la persona anciana con depresión

En el caso de tener una persona anciana con un cuadro depresivo es necesario proporcionar el apoyo y la atención médica requerida ya que los ancianos con depresión pueden mejorar su calidad de vida si se adaptan los cuidados a las necesidades, gustos y circunstancias personales de cada persona.

Además de los controles médicos regulares es necesario gestionar las enfermedades crónicas, implementando un plan de atención médica personalizada, que incluya revisiones periódicas y la adaptación de tratamientos si es necesario, contribuirá a mejorar la salud física y emocional del anciano.

También se debe fomentar la actividad física ya que promueve la liberación de endorfinas que mejoran el estado de ánimo y contribuyen a reducir el estrés y la estimulación cognitiva y actividades recreativas como la música, el arte o la lectura, lo que le ayudará a mantener una mente activa.

Asimismo, es recomendable fomentar las relaciones sociales, tener un apoyo psicológico a través de terapia, promocionar la autonomía, controlar la alimentación de manera equilibrada, crear rutinas y fomentar el contacto con la naturaleza como los paseos al aire libre.

Autor: IM Farmacias
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