La equinácea de A. Vogel regula y apoya las defensas siempre que sea necesario
La evidencia científica y la calidad farmacéutica que hay detrás de los productos A.Vogel es lo que los distingue. 17 ensayos clínicos y 30 estudios científicos en total respaldan la eficacia de sus productos a base de extractos de echinacea purpurea fresca. Sus responsables confían en éste y en el resto de su extenso porfolio dedicado al cuidado de las principales categorías de salud.
Los productos naturales A.Vogel son reconocidos internacionalmente por su calidad y eficacia, por sus preparados de extractos vegetales de planta fresca de cultivos propios de agricultura BIO y por una continua labor de investigación y desarrollo a través de ensayos clínicos. Alfred Vogel (1902-1996), fundador de la compañía y pionero ...
Los productos naturales A.Vogel son reconocidos internacionalmente por su calidad y eficacia, por sus preparados de extractos vegetales de planta fresca de cultivos propios de agricultura BIO y por una continua labor de investigación y desarrollo a través de ensayos clínicos. Alfred Vogel (1902-1996), fundador de la compañía y pionero suizo de la salud natural, fue un naturópata que aprendió mucho de sus orígenes sobre el potencial terapéutico de las plantas medicinales, información que amplió durante sus viajes por el mundo. Profundizó en lo que podían ofrecer plantas como la equinácea, el sabal y el harpagofito (conocido como garra del diablo), y se fascinó por la conexión y la sabiduría natural de las comunidades ancestrales respecto del cuidado de sus familias.
En uno de sus viajes, importó semillas de Echinacea purpurea de América del Norte a Europa y las cultivó en diferentes suelos, a diferentes alturas y en diferentes condiciones de cultivo, buscando en este proceso la manera de optimizar su cosecha y descubriendo, al mismo tiempo, que debía utilizar tanto la parte aérea como la raíz de las plantas para que éstas fueran más eficaces por los principios activos que estas partes de la planta contenían.
Desarrolló sus propias fórmulas mientras trataba a sus pacientes en su clínica privada y fomentó la autorresponsabilidad de las personas respecto a su salud. En 1923, fundó Bioforce A.G., que tras su fallecimiento se convertiría en A.Vogel A.G., continuando como una fundación que vela por la continuidad del proyecto.
Este año se celebra el centenario de su exitosa receta, en la que se combinaron la relación directa con los pacientes con un gran conocimiento de los procesos farmacológicos. Gracias a esta sinergia única, su método terapéutico se difundió a nivel internacional y se empezó a conocer cada vez más a Alfred Vogel, que escribió `El Pequeño Doctor. Manual de medicina natural, con consejos útiles y prácticos para cuidar tu salud´ (traducido a doce idiomas), como un hombre con un gran conocimiento de las plantas medicinales, siempre precursor de un estilo de vida saludable.
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