Envejecimiento de la piel, origen de consultas frecuentes en farmacia

Por Dra. Lorea Bagazgoitia, dermatóloga.

20/12/2023

Una nueva mancha o unas arrugas, entre otros, son signos de envejecimiento cutáneo que, frecuentemente, suscitan consultas en dermatología o en la oficina de farmacia. Tengamos en mente, no obstante, que el envejecimiento de la piel es solo parte del envejecimiento global de nuestro rostro. La piel cambia de textura, ...

Una nueva mancha o unas arrugas, entre otros, son signos de envejecimiento cutáneo que, frecuentemente, suscitan consultas en dermatología o en la oficina de farmacia. Tengamos en mente, no obstante, que el envejecimiento de la piel es solo parte del envejecimiento global de nuestro rostro. La piel cambia de textura, tono y aspecto, pero los volúmenes de la cara se ven también modificados con el paso del tiempo.

En general, los productos tópicos y técnicas que repasaremos en este artículo hacen alusión a los efectos del paso del tiempo en la piel y cómo optimizarlos, pero no serán efectivos en la reposición de volúmenes ni rejuvenecimiento a nivel global.

¿Qué es el envejecimiento de la piel?

Conforme cumplimos años, la piel se va mostrando menos lustrosa. No es raro que también aparezcan algunas arrugas y manchas (léntigos solares). Este proceso es multifactorial debido a cambios fisiológicos en el tejido cutáneo y de soporte. El envejecimiento cutáneo se caracteriza por una epidermis más fina, con menor renovación celular a consecuencia de un enlentecimiento en la proliferación de los queratinocitos. La actividad de los melanocitos es menos homogénea, lo que conlleva una pigmentación irregular que se traduce en la aparición de manchas.

La dermis y el tejido graso también se atrofian, disminuyendo el número de células que contiene, la vascularización y la matriz extracelular. Esta pérdida de tejido, tanto a nivel dérmico como hipodérmico, es el que condiciona la aparición de arrugas.

¿Por qué ocurre?

Naturalmente, nuestro cuerpo y, en consecuencia, nuestra piel, envejecen por el paso del tiempo. Sin embargo, el grueso de los cambios descritos en el apartado anterior son predominantemente debidos a factores externos y no tanto a los años. Por esta razón, habitualmente se distingue entre envejecimiento intrínseco y envejecimiento extrínseco.

Envejecimiento intrínseco

Es en este tipo de envejecimiento donde influyen especialmente los factores genéticos, que pueden condicionar el tono de la piel, así como la tendencia a ciertas enfermedades. Por otro lado, los hombres y las mujeres pueden presentar ciertas diferencias en su forma de envejecer, lo cual se ve reflejado, por ejemplo, en la mayor probabilidad de presentar alopecia androgenética en los hombres que en las mujeres.

El envejecimiento intrínseco lleva a una pérdida de elasticidad, sequedad, aparición de puntos rubíes o una mayor dificultad en la cicatrización.

Envejecimiento extrínseco

El hecho de ser un órgano barrera hace que la piel esté expuesta a diversos elementos que pueden influir en su evolución. Este conjunto de elementos, que dependen del comportamiento individual, influyen en el deterioro del funcionamiento cutáneo en mayor o menor medida. El factor externo más relevante en este sentido son los rayos (UV), que tienen la capacidad de inducir mutaciones en el ADN de las células, modificando la expresión de los genes de algunas proteínas. Un ejemplo es la metaloproteinasas (MMP) que característicamente se activan, aumentando así la degradación del colágeno. También los infrarrojos, el calor y la luz visible pueden influir en el envejecimiento.

Al efecto de la radiación solar se suma el efecto del tabaco, el estrés, así como el de la contaminación. La alimentación también tiene influencia en el envejecimiento cutáneo, pues se ha visto que las dietas ricas en azúcares inducen una glicación del colágeno.

Aprende más sobre consejo dermatológico en farmacia en este artículo

Para leer el artículo completo haz clic en el PDF adjunto

Autor: IM Farmacias
Nuestros Podcasts