Los farmacéuticos de Castilla y León, en colaboración con la Consejería de Sanidad, activan a partir de este miércoles un sistema de alerta que permitirá monitorizar cuál es el avance de la campaña de vacunación conjunta de gripe y COVID, todo con la vista puesta en alcanzar amplios porcentajes de ...
Los farmacéuticos de Castilla y León, en colaboración con la Consejería de Sanidad, activan a partir de este miércoles un sistema de alerta que permitirá monitorizar cuál es el avance de la campaña de vacunación conjunta de gripe y COVID, todo con la vista puesta en alcanzar amplios porcentajes de cobertura entre la población y recordar a la ciudadanía la importancia de las vacunas como medida preventiva para garantizar la salud pública.
El plan que se activa convierte a las farmacias en red de vigilancia y promoción de la vacunación e incluye varias estrategias de trabajo por parte de los farmacéuticos de la Comunidad. Por un lado, desde el inicio de la campaña sanitaria de vacunación emprendida el pasado 3 de octubre en Castilla y León, los boticarios de todas las provincias están inmersos en una intensa labor de promoción de la inmunización colectiva, que este año incorpora novedades como la inclusión de nuevos grupos poblacionales diana como es la población infantil, de 6 a 59 meses de edad, o los fumadores.
La tecnología, además, vuelve a ser aliada de las estrategias de Salud Pública y permitirá nuevamente a las farmacias conocer cuál es la población diana. Será a través de una herramienta desarrollada por CONCYL e integrada en el sistema de receta electrónica, con la que el farmacéutico puede identificar a los pacientes candidatos a recibir la vacuna por rango de edad o patologías. Sobre ese segmento de la población, los farmacéuticos harán una intervención de educación sanitaria.
Cada día, más de 150.000 ciudadanos acuden a cualquiera de las 1.600 farmacias ubicadas en Castilla y León. Este hecho, junto al impacto que la intervención del farmacéutico ha tenido en años anteriores, han sido factores determinantes para convertir nuevamente a estos profesionales sanitarios en protagonistas de la campaña de concienciación que fomenta el proceso de vacunación de la gripe por cuarto año consecutivo. El objetivo, aprovechar su accesibilidad y cercanía además de la confianza que los ciudadanos tienen en su farmacéutico para hacer llegar a la población diana la importancia de las vacunas como medida preventiva y eficaz que garantice la salud pública.
En el momento en que el paciente acude a la farmacia a retirar su medicación, el farmacéutico puede identificar a través de la receta electrónica que ese paciente es candidato a recibir la vacuna de la gripe a través de un mensaje. Estos avisos de alerta permiten que los farmacéuticos ejerzan una labor más intensa y certera de información sanitaria, resolución de dudas y de promoción de la vacunación.
Las farmacias registrarán además las posibles reacciones adversas que se produzcan tras la administración de la vacuna de la gripe y se registrarán los motivos que esgrimen aquellos pacientes que muestran su rechazo a la inmunización. Esta información resulta especialmente valiosa ya que aporta una idea sobre el seguimiento de la seguridad de la vacuna y permitirá orientar y diseñar las futuras campañas de vacunación incidiendo en aquellos aspectos sobre los que los ciudadanos han mostrado su rechazo.
Además, con la inclusión este año de nuevos grupos de población diana, como son los menores, los farmacéuticos pondrán el foco en el seguimiento de la vacunación en niños