Lo primero en el acné y la rosácea será sebo-regular

La alimentación es fundamental para el cuidado de la piel. El hecho de que el intestino esté alterado ya va a influir en ella. Asun Arias explica en DermoCOFM los cambios en el abordaje del acné y la rosácea, patologías del mismo espectro.

04/10/2023

Sobre los complementos nutricionales en patologías inflamatorias de la piel y en la piel sana versó la conferencia de Asún Arias, licenciada en Farmacia, en DermoCOFM 2023. Habló de las diferencias que hay entre el acné y la rosácea. "La rosácea no tiene nada que ver con la glándula sebácea. ...

Sobre los complementos nutricionales en patologías inflamatorias de la piel y en la piel sana versó la conferencia de Asún Arias, licenciada en Farmacia, en DermoCOFM 2023. Habló de las diferencias que hay entre el acné y la rosácea. "La rosácea no tiene nada que ver con la glándula sebácea. Y ya no es así. Son dos patologías del mismo espectro", afirmó. El hecho de que el intestino este alterado ya va a influir en la piel. La culpa en ambas patologías es de la glándula sebácea. Lo primero en ambas patologías será "sebo-regular". Se podrá hacer con medicamento, con dermofarmacia, con complementos. Pero, si no se serbo-regula, no se tratará la base. La glándula sebácea es susceptible de ser estimulada por muchos factores. Con acné, hay exceso de grasa e hiperqueratosis. Por lo que hay que exfoliar, frente a lo que se creía anteriormente (se desaconsejaba). El sistema inmune está implicado. Hay alteración de ceramidas.

En 2009, hay un cambio de paradigma. En 2016, resulta que P.acnes no es el responsable del acné, que es protector de la piel en superficie. El S.Epidermis está ahí. Hay una alteración del microbioma y una alteración de la función barrera, que es parte del problema. Hay laboratorios que están formulando con prebióticos y probióticos.

Arias se centró en la rosácea. Es una dermatosis crónica, progresiva, inflamatoria, con un carácter genético. Hay autores que dicen que un tercio de la población que la tiene. "Está infra-diagnosticada. Hoy se sabe que su causante es la glándula sebácea, que produce una grasa más fluida, más irritante. Y hay que serbo-regular", indicó. Las bacterias tienen por costumbre protegerse. Con la rosácea, tenemos una grasa mucho más irritante. Tiene un menor componente hormonal. Esa piel es más sensible, más intolerante, por lo que es más susceptible de ser atacada por los radicales libres. Ahora, hay muchos productos que son función barrera. Hay que utilizar retinoides "a punta pala", niacinamida y probióticos y prebióticos. A esa piel hay que reforzarla. Que el sistema inmune de la piel significa que tenemos a los receptores TLR, que vigilan que es lo que agrede a la piel. El medicamento solo no trata la cusa. Y "ojo con el estrés". El sol es un gran enemigo. Hay un microbioma que debe estar "en perfecto estado de revista".

El protocolo de recomendación que Arias hace tiene cinco partes: tener los objetivos claros, como diferenciar entre una rosácea u otra patología que se parezca y sebo-regular; ver a quién hay que dirigirse; conocer la rutina y saberla justificar; saber preguntar y conocer los argumentos de venta del tratamiento adaptados al consumidor. Ella siempre recomienda una doble limpieza, con un producto oleoso (semejante disuelve a semejante) y uno al agua. En la rosácea, hay que exfoliar, con un exfoliante mecánico. Recomendó utilizar un tónico con acelaico y salicílico. Por supuesto, aconsejó vitamina C como antioxidante. Indispensable es el solar. Por la noche, retinol, "que es la molécula estrella en ambos casos". A nivel in, "depurar el intestino, chutando antioxidantes". También hígado, anti-inflamación, control del estrés, protector capilar.

Autor: IM Farmacias