La fototerapia ha demostrado, en los últimos años, su utilidad en el tratamiento de una variedad de enfermedades. La cuestión que se hacen muchos investigadores, actualmente, es si con ayuda de esta técnica se podría retrasar la aparición de enfermedades relacionadas con la edad. "La idea gira en torno a compobar ...
La fototerapia ha demostrado, en los últimos años, su utilidad en el tratamiento de una variedad de enfermedades. La cuestión que se hacen muchos investigadores, actualmente, es si con ayuda de esta técnica se podría retrasar la aparición de enfermedades relacionadas con la edad.
"La idea gira en torno a compobar si la intervención en la mediana edad podría ayudar a las personas a evitar un mayor deterioro del corazón relacionado con la edad", expuso el prof. Praveen Arany, experto de la Universidad de Buffalo (EEUU) en una forma de terapia de luz conocida como fotobiomodulación (PBM).
El estudio, publicado en ´Lasers in Surgery and Medicine´ se centró en la función y el estado del corazón en ratones de mediana edad, de 14 meses de edad. La investigación mostró una mejora en la función cardíaca después de la exposición a la terapia con PBM. Dicho tratamiento también mitigó el grosor de la pared cardíaca. "A medida que el músculo se espesa, se vuelve más rígido y la acción de bombeo del corazón es menos efectiva", según el prof. Arany. "La simetría de la marcha, observar cómo los ratones se desempeñaban cómodamente en una cinta rodante, también mejoró, lo que sugiere una mejora en la coordinación neuromuscular", añadió.
El experimento expuso a los ratones a una dosis de luz infrarroja cercana mediante el uso de una fuente de luz LED superior en lugar de una fuente de luz enfocada. La exposición ambiental a dosis bajas tuvo lugar cinco días a la semana durante dos minutos cada día. Un grupo de ratones manipulados genéticamente desarrolló una enfermedad cardíaca grave, que generalmente causa la muerte. Después del tratamiento con PBM, la enfermedad cardíaca entre estos ratones no progresó.
La tasa de supervivencia entre el grupo más susceptible fue del 100 %, en comparación con la tasa de supervivencia habitual del 43 %. Los resultados fueron significativos a pesar de que el estudio de ocho meses fue interrumpido durante tres meses por COVID-19.
De acuerdo con este estudio, la fototerapia solo es eficaz si se administra con los parámetros adecuados. Para que sea eficaz y seguro, es importante utilizar una longitud de onda de luz (color), una intensidad (dosis) y una duración de la exposición específicas. Ciertos tipos de luz, como la luz ultravioleta y la luz producida por láser, pueden ser dañinas. Otras luces, aunque inofensivas, pueden no ser efectivas.
En definitiva, este trabajo muestra que la exposición a largo plazo a una luz infrarroja cercana de baja dosis de una manera no térmica, cuidadosamente ajustada, puede beneficiar la salud del corazón y la longevidad. "El siguiente paso son los ensayos clínicos controlados en humanos", concluyó el prof. Arany.