La importancia de la lactancia materna como factor determinante de la salud infantil y materna, es un hecho incuestionable. Sin embargo, en ocasiones, se precisa recurrir a la alimentación artificial. Tradicionalmente, las fórmulas infantiles han sido desarrolladas a base de proteínas de leche de vaca, hasta que hace unos años ...
La importancia de la lactancia materna como factor determinante de la salud infantil y materna, es un hecho incuestionable. Sin embargo, en ocasiones, se precisa recurrir a la alimentación artificial. Tradicionalmente, las fórmulas infantiles han sido desarrolladas a base de proteínas de leche de vaca, hasta que hace unos años aparecieron en Europa diferentes preparados infantiles a base de leche de cabra, que pronto se hicieron un hueco destacado entre los profesionales sanitarios y las familias por sus buenos resultados en lactancias más naturales y suaves, y favoreciendo una mejor digestión para los bebés debido a las propiedades naturales de la leche de cabra*.
En estos momentos, las fórmulas a base de leche de cabra se consideran idóneas para una correcta nutrición de los bebés con lactancia artificial desde su inicio y, lógicamente, también en casos de una lactancia mixta. Las particularidades que aporta la fórmula a base de proteína de cabra, y que marcan algunas diferencias con respecto a las fórmulas tradicionales a base de proteína vacuna, radican en el proceso de elaboración y en las características peculiares de la leche de cabra.
Digestión más suave y natural
Gracias a su perfil proteico, que presenta niveles muy bajos de alfa s1- caseína, el tamaño de las micelas de caseína, formadas por la acción de la renina gástrica (fermento Lab) de la leche de cabra, hacen que el cuajo sea unas 10 veces más blando que el de leche de vaca y más similar a la leche materna (ver gráfico). Esto conlleva una digestión gástrica más suave que favorece el vaciado gástrico. Estas características hacen valorar su idoneidad en la dieta de lactantes con reflujo gastroesofágico no complicado.
Proceso de secreción conservando más componentes naturales
A diferencia de la leche de vaca, la leche de cabra tiene un proceso de secreción que libera componentes celulares presentes de forma natural, como nucleótidos, taurina, poliaminas y aminoácidos libres. Este proceso de secreción, que conserva más componentes celulares, se denomina secreción apocrina y es predominante en humanos y cabras. El proceso de secreción predominante en la leche de vaca es el denominado secreción merocrina y no conserva tantos componentes celulares. Los niveles de nucleótidos totales son del orden de 15mg/100g (3mg/100 Kcal)**.
La proporción de oligosacáridos en la leche de cabra es más rica que en la leche de vaca, siendo su perfil más similar al de la leche materna. Los oligosacáridos juegan un papel fundamental en el desarrollo de la flora probiótica y otros efectos inmunológicos. Dado que contiene un 55% de la grasa láctea, los glóbulos de membrana lipídica (MFGM) se encontrarían presentes como en la leche materna.
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