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El ´Aspergillus fumigatus´ es un moho ambiental que puede causar enfermedades pulmonares fúngicas. Mientras los pulmones sanos eliminan las esporas inhaladas, las personas con afecciones pulmonares o sistemas inmunitarios debilitados no pueden hacerlo con facilidad, lo que significa que las esporas pueden permanecer en los pulmones y causar una infección ...
El ´Aspergillus fumigatus´ es un moho ambiental que puede causar enfermedades pulmonares fúngicas. Mientras los pulmones sanos eliminan las esporas inhaladas, las personas con afecciones pulmonares o sistemas inmunitarios debilitados no pueden hacerlo con facilidad, lo que significa que las esporas pueden permanecer en los pulmones y causar una infección llamada aspergilosis. Esta patología afecta a hasta 20 millones de personas en todo el mundo.
En este contexto, se ha realizado un estudio dirigido por el Imperial College de Londres, según el cual el moho resistente a los medicamentos se está propagando desde el medio ambiente e infectando los pulmones de las personas susceptibles. La prevalencia de la aspergilosis resistente medicamentos ha crecido desde niveles insignificantes antes de 1999 hasta el 3-40% de los casos ahora en toda Europa, según datos manejados por los investigadores.
Para el autor principal del trabajo publicado en `Nature Microbiology´, el profesor Matthew Fisher, de la Escuela de Salud Pública de Imperial, "comprender los puntos críticos ambientales y la base genética de la evolución de la resistencia a los medicamentos fúngicos necesita atención urgente, porque la resistencia está comprometiendo nuestra capacidad para prevenir y tratar esta enfermedad". Es por ello que los investigadores piden una mayor vigilancia de ´Aspergillus fumigatus´ en el medio ambiente y la clínica para ayudar a comprender el riesgo que representa.
En el estudio, los investigadores aislaron 218 muestras de Aspergillus fumigatus de Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda entre 2005 y 2017. Alrededor de 7 de cada 10 muestras eran de personas infectadas (153 muestras de 143 pacientes en cinco hospitales) y el resto eran del medioambiente (65 muestras), incluso del suelo, compost, bulbos de plantas, el aire y otras fuentes.
Los investigadores extrajeron el ADN de los moldes de muestra y lo secuenciaron para determinar si hubo cruce en las esporas resistentes que se encuentran en el medio ambiente y en algunos pacientes. Encontraron seis cepas de Aspergillus fumigatus que existían en el medio ambiente que habían infectado a seis pacientes. Los investigadores dicen que las similitudes genéticas indicaron que el hongo se había propagado del medio ambiente al paciente.
"Nuestro estudio confirma la preocupación de que las esporas de moho prerresistentes en el medio ambiente puedan ingresar e infectar los pulmones de las personas y causar una enfermedad más difícil de tratar", señaló, al respecto, la autora principal, Dra. Johanna Rhodes, del Centro MRC para el Análisis de Enfermedades Globales.
De las 218 muestras, casi la mitad (106 muestras) eran resistentes a al menos uno de los medicamentos azólicos de primera línea utilizados en la clínica. En concreto, el 48% (104 muestras) fueron resistentes a itraconazol, el 29% (64 muestras) a voriconazol y el 21% a posaconazol. Más del 10% de las muestras (26, incluidas 23 muestras ambientales y 3 de pacientes) fueron resistentes a dos o más medicamentos azólicos.
También en relación a las 218 muestras, los investigadores encontraron 50 nuevos genes asociados con la resistencia a los medicamentos. Profundizando en el ADN, también encontraron cinco nuevas combinaciones de cambios de un solo dígito en el ADN (llamados polimorfismos de un solo nucleótido o SNP) que estaban asociados con la resistencia a los medicamentos, incluido uno que era resistente a múltiples medicamentos.
Los investigadores señalaron que estos hallazgos indican que aún no se comprende el espectro completo de resistencia a los azoles en Aspergillus fumigatus. "Nuestros hallazgos resaltan nuevas formas de transmisión de infecciones resistentes a las personas y muestran que se necesita una mejor comprensión de dónde y cómo Aspergillus fumigatus genera resistencia a los medicamentos", concluyó el Dr. Rhodes.