El ejercicio puede ayudar a las pacientes con cáncer de mama con los efectos secundarios físicos y mentales del tratamiento, según constata un nuevo estudio de la Universidad de Loughborough (Reino Unido), e, incluso, podría mejorar el pronóstico de la enfermedad. Las terapias adyuvantes, como la quimioterapia, la radioterapia, la terapia ...
El ejercicio puede ayudar a las pacientes con cáncer de mama con los efectos secundarios físicos y mentales del tratamiento, según constata un nuevo estudio de la Universidad de Loughborough (Reino Unido), e, incluso, podría mejorar el pronóstico de la enfermedad.
Las terapias adyuvantes, como la quimioterapia, la radioterapia, la terapia hormonal, entre otras, han tenido mucho éxito relacionado con el incremento de supervivencia de las personas afectadas por cáncer de mama. Sin embargo, los efectos secundarios negativos que generan (depresión, fatiga y disminución de la condición física, entre otros) impactan profundamente en la salud física y emocional de los pacientes, disminuyendo su calidad de vida e, incluso, la adherencia al tratamiento y, en definitiva, su eficacia.
El estudio de Loughborough, llevado a cabo por la Facultad de Ciencias del Deporte, Ejercicio y Salud, analizó el efecto de una serie de ejercicios como levantar pesas, y otros de resistencia, para la salud física y mental de las pacientes con cáncer de mama.
Para este trabajo, publicado en ´Nature Scientific Reports´, los investigadores reunieron datos de 1.830 pacientes de 18 estudios diferentes revisados por pares y, utilizando técnicas de análisis estadístico, identificaron tendencias generales.
Hallaron que las intervenciones combinadas de ejercicios son beneficiosas para la aptitud cardiorrespiratoria, la depresión, la resistencia muscular, la fuerza muscular, la calidad de vida y la relación social. Los resultados revelaron, además, que dicha combinación puede mejorar significativamente la fatiga en pacientes con cáncer de mama, lo cual los autores consideran importante, dado que este efecto secundario afecta entre el 62 y el 85 % de las pacientes que reciben tratamiento.
El estudio concluye que, al reducir los efectos secundarios negativos, estas intervenciones pueden mejorar las tasas de adherencia al tratamiento, lo que aumenta su eficaciy, en última instancia, mejora el pronóstico de la enfermedad.
El autor principal, Jonathon Mok, espera que la investigación "haga avanzar los estudios enfocados hacia la mejora del proceso de tratamiento adyuvante para pacientes con cáncer de mama para minimizar sus efectos secundarios perjudiciales".