Remite la pandemia de Covid-19, pero no los malos datos para el mercado respiratorio. Razón por lo que resulta procedente conocer la marcha comercial de los distintos medicamentos respiratorios y precisar en qué medida crecen los cuidados respiratorios intermedios en los hospitales del país y también qué se puede temer ...
Remite la pandemia de Covid-19, pero no los malos datos para el mercado respiratorio. Razón por lo que resulta procedente conocer la marcha comercial de los distintos medicamentos respiratorios y precisar en qué medida crecen los cuidados respiratorios intermedios en los hospitales del país y también qué se puede temer este año de la alergia respiratoria de invierno.
Más cuidados respiratorios intermedios
De cara a evitar en un 50% el ingreso en UCI de pacientes Covid-19, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha insistido en su petición de dotar con Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRIS) a todos los hospitales.
Según un estudio realizado en 67 hospitales, durante la pandemia, siete de cada 10 unidades de este tipo ampliaron su espacio físico y su media de camas (14,82%). Estas unidades son lideradas por un neumólogo y una ratio de una enfermera por cada cuatro pacientes, en lugar de cinco. Dentro de un esquema que debe ganar en flexibilidad para ajustarse a la demanda asistencial con criterio de homogeneidad en la formación de sus profesionales adscritos. Una tarea a la que la propia sociedad científica garantiza la acreditación de los conocimientos en cuidados respiratorios intermedios para los perfiles de neumólogo, enfermería respiratoria y fisioterapia respiratorias. A la vez que proveerá de las correspondientes guías clínicas.
Desde ese punto de vista, SEPAR estima que el manejo de los pacientes de sexta ola y variante Ómicron ha sido muy acertada desde las UCRIS existentes.
Como característica de esta última ola de pandemia, precisamente y hasta el momento, se ha observado, según la neumóloga Olga Mediano, que la estancia media se acortó a seis días frente a los 13 días de las fases anteriores de la enfermedad mundial. En su calidad de coordinadora del Año 2022 de las UCRIS en SEPAR, esta especialista destacó la apertura de 11 UCRIS durante la pandemia, de los 67 hospitales analizados y sus 40.000 pacientes ingresados y sometidos a estudio.
Cipreses y arizónicas
A pesar de la sequía de estos primeros meses de 2022, son de esperar complicaciones por parte de plantas cupresáceas como el ciprés, la arizónica o el enebro. Se trata de especies que provocan alergia al polen con sintomatología similar a la causada por otros alérgenos inhalantes como los ácaros del polvo, el epitelio de animales o el polen de las gramíneas. Todos ellos responsables de las muy molestas rinitis alérgicas, conjuntivitis y, en casos de agravamiento, incluso también de asma, con gran merma de la calidad de vida de las personas sensibilizadas.
Estas especies de cupresáceas ven favorecida su polinización con el buen tiempo y la escasez de lluvias no hace presagiar que la alergia de invierno vaya a ser menor que la de otros años.
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