¿Cómo ayudan las nuevas tecnologías en la actualidad a especialistas, farmacéuticos y médicos de familia, específicamente en el área de la dermatología? Ahondar en la respuesta a esta pregunta ha sido el foco ...
¿Cómo ayudan las nuevas tecnologías en la actualidad a especialistas, farmacéuticos y médicos de familia, específicamente en el área de la dermatología? Ahondar en la respuesta a esta pregunta ha sido el foco de la segunda mesa redonda de la última jornada del III congreso SEMERGEN-SEFAC. En opinión de Priscila Giavedoni, dermatóloga, la utilidad de la aplicación de estas herramientas en dermatología es extensa. "Hace años que nos han servido mucho, pero este año la pandemia ha puesto a prueba si realmente e servían en la práctica diaria. Y, nos han salvado, a pesar de todas las dificultades".
Sobre todo la teledermatología, una herramienta que "nos ha permitido una comunicación mucho más fluida con los médicos de atención primaria". Esto les ha permitido, agrega Giavedoni, "valorar pacientes urgentes o preferentes, el diagnóstico y el tratamiento precoz en patología tumoral maligna y hemos podido orientar terapéuticamente en la mayoría de las patologías".
Aún así, expone, "en abril y marzo bajaron y casi se suspendieron las consultas, e incluso las virtuales". Como consecuencia, "en el 2020 se han diagnosticado un 18% menos de casos de melanomas respecto a los del mismo periodo de 2019, y los que se han diagnosticado lo han hecho en un estadio más tardío. Así que hay muchos pacientes pendientes de valorar". Por eso, en este contexto, "las nuevas tecnologías y la teledermatología están en amplio crecimiento y nos ayudan especialmente a recuperar el tiempo perdido".
El interés de la telemedicina, la teledermatología se manifiesta también en la Atención Primaria, como explica David Palacios Martínez, médico de familia en el Centro de Salud Isabel II de Parla (Madrid), coordinador del Grupo de Trabajo de Dermatología de Semergen y presidente de Semergen Madrid, quien señala que "la telemedicina es algo más que la consulta telefónica que estamos acostumbrados a hacer", y que la teledermatología, "nos resulta de gran utilidad para evitar mover al paciente innecesariamente en un contexto como la pandemia".
Otro de los medios que se pueden utilizar habitualmente en la consulta es la fotografía, tanto con cámaras normales como del móvil. Eso sí, matiza, "siempre pidiendo el consentimiento informado al paciente". La dermatoscopia, por su parte, "es una herramienta de gran utilidad para el screening del cáncer de piel".
Desde el punto de vista de la farmacia, el potencial de las nuevas tecnologías es "enorme", según Augusto González Borrego, farmacéutico y coordinador del Grupo de Trabajo de Dermatología de Sefac. "Nuestra capacidad de adaptación ya se puso de manifiesto con la implementación de la receta electrónica, que con sus pros y sus contras supuso un paso importante para la transformación digital del sistema sanitario". Aunque, a pesar de todo, "actualmente detectamos duplicidades en los tratamientos, dudas en la posologías, problemas de adherencias, etc. Todo esto se podría solucionar con una comunicación eficiente con el médico aprovechando estas nuevas tecnologías. Es lo que más echamos de menos desde la farmacia comunitaria".
Por otro lado, "es importante que el farmacéutico comunitario tenga acceso a la historia clínica, porque en muchos de los casos, la farmacia comunitaria es la puerta de entrada al sistema sanitario; y en la mayoría, es la salida. En muchas ocasiones se nos pide que nos hagamos responsables de la farmacoterapia del paciente y de su adherencia, pero sin un acceso a su historia y una comunicación fluida con el resto de sanitarios, es muy complicado".
De modo que, al contrario que sus compañeros, considera "que las nuevas tecnologías en la farmacia comunitaria no están bien aprovechadas, y que el paciente se está perdiendo por no tener al farmacéutico comunitario integrado en el sistema sanitario".