Los niños, niñas y adolescentes fueron los que más tiempo estuvieron confinados, sin poder salir de casa salvo circunstancias excepcionales, durante el primer estado de alarma por la pandemia de Covid-19, en marzo y abril de 2020. Sin embargo, "se adaptaron a esta situación de manera ejemplar, dieron muestra de ...
Los niños, niñas y adolescentes fueron los que más tiempo estuvieron confinados, sin poder salir de casa salvo circunstancias excepcionales, durante el primer estado de alarma por la pandemia de Covid-19, en marzo y abril de 2020. Sin embargo, "se adaptaron a esta situación de manera ejemplar, dieron muestra de una madurez y una capacidad de adaptación superior a la de muchos adultos y, además, se dedicaron a animar a los profesionales sanitarios y a toda la población con los dibujos que colgaron en las ventanas". Así lo explica la Dra. Concepción Sánchez Pina, presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
Para recordar y agradecer este buen comportamiento, y para reivindicar los derechos de todos los menores también en pandemia, AEPap se ha adherido a la iniciativa de la Fundación Crecer Jugando para solicitar la declaración del día 26 de abril, primero en el que se permitió a los menores salir a la calle, como Día del Niño y la Niña. A esta solicitud se han unido un total de 1.500 entidades educativas, sociales y sanitarias.
"Con esta iniciativa queremos, una vez más, recordar que los niños y niñas son nuestro futuro, y a los adultos nos corresponde proteger sus derechos", afirma la Dra. Sánchez Pina. El primero de ellos, el derecho a la salud y a la asistencia sanitaria. Esto pasa por "asegurar el derecho de todos los niños a ser atendido por un pediatra en su centro de salud", explica. La pandemia ha tenido consecuencias físicas y psicológicas por los cambios de hábitos y ha repercutido en los hábitos saludables, por lo que los pediatras de Atención Primaria han detectado un aumento de sobrepeso y obesidad. También, trastornos de ansiedad y otras secuelas psicológicas, tal y como se puso de manifiesto en el último Curso de Actualización en Pediatría. Por ello, desde AEPap reivindican mantener la atención en las consultas de AP, los programas de vacunación rutinaria y del Programa de Salud Infantil (atención al niño sano).
Otro de los derechos de la infancia que debe ser protegido es el derecho a la educación. El cierre de los colegios en 2020, decretado con anterioridad al confinamiento general de la población, constituyó una dificultad para muchos niños. Las clases on-line supusieron un reto para algunos menores y familias debido a la brecha digital, la falta de dispositivos electrónicos y redes wifi en sus domicilios, y la imposibilidad de ayuda por parte de sus compañeros. AEPap, en colaboración con la ONG Save the Children, ha hecho notar esos problemas y elaboró una propuesta para la vuelta de los niños a los colegios. En los últimos días, el Grupo de Pediatría Basada en la Evidencia de AEPap y la Asociación Española de Pediatría ha publicado una guía COVID-19 en Pediatría: valoración crítica de la evidencia, que recoge toda la información científica sobre el SARS-CoV-2 en menores. Una de sus conclusiones es que "no se recomienda el cierre de colegios y escuelas infantiles como medida de prevención para disminuir la incidencia y gravedad de la COVID-19 en la población general.