Avances científicos del potencial terapéutico del cannabis y sus derivados

La tercera edición del congreso Cannabmed, coorganizado por la Fundación ICEERS junto al Col·legi de Farmacèutics de Barcelona (COFB) y la Unión de Pacientes por la Regulación del Cánnabis (UPRC), ha arrancado este martes 6 de octubre, bajo el lema “Hacia una farmacopea cannábica”.

06/10/2020

Durante las conferencias del 6 de octubre, dirigidas a un público profesional, se han desglosado aspectos como la legislación, su uso terapéutico y medicinal y su avance en la ciencia. Carlos Goicoechea, catedrático de Farmacología de la Universidad Rey Juan Carlos, se ha centrado en los aspectos sobre el dolor ...

Durante las conferencias del 6 de octubre, dirigidas a un público profesional, se han desglosado aspectos como la legislación, su uso terapéutico y medicinal y su avance en la ciencia. Carlos Goicoechea, catedrático de Farmacología de la Universidad Rey Juan Carlos, se ha centrado en los aspectos sobre el dolor y el cannabis. "El sistema cannabinoide es un sistema inhibidor. Cuando se activa el sistema cannabinoide se produce una disminución de la actividad de las neuronas que son las principales encargadas de transmitir la información dolorosa. Cuando hablamos de dolor hablamos de la estimulación del lugar donde sientes el dolor y de cómo interpretamos este estímulo". Para Goicoechea, "existe evidencia científica: los cannabinoides reducen algunos tipos de dolor".

En su exposición ha dado un repaso a algunos estudios y guías sobre este tema como la Nice, que considera que no se debe dar THC en pacientes con dolor crónico. También ha destacado que los profesionales de la salud perciben que les falta conocimiento sobre los cannabinoides y no tienen formación sobre cannabis medicinal y esto también sucede en los farmacéuticos.

En cuanto al tipo de dolor que puede reducir el cannabis, el catedrático de Farmacología explica que con los dolores inflamatorios no funciona muy bien, pero en los de tipo neuropático, cuando existe daño en el tejido nervioso, sí que funciona mejor. "En dolores en el que el cánnabis no funciona, solo actúa a nivel cerebral, modificando la percepción. Cuando se altera la percepción, se altera la sensación asociada al dolor, pero no altera las vías de transmisión del dolor".

Mariano García de Palau, director médico en Clínica Kalapa, ha hablado su la relación entre el cáncer y el cannabis, "debe ser complementario al tratamiento oncológico". También ha explicado que desde hace un año conocemos mejor los mecanismos de acción de los cannabinoides en cáncer que en otras moléculas como quimioterapéuticos que usamos en oncología actualmente. Entre las ventajas que ve García de Palau respecto al cannabis y el cáncer, destaca que "evitamos la polimedicación, podemos trabajar con otros fármacos, regulamos el sueño y reducimos costes de tratamiento".

Respecto al tipo de pacientes que toleran mejor el tratamiento con cánnabis, el médico ha comentado que cualquier paciente oncológico que tolere bien el tratamiento con cánnabis se puede beneficiar. "Cuando le damos cannabinoides podemos controlar muy bien su sintomatología. El cánnabis, cuando se administra correctamente, no tiene casi efectos secundarios".

En este mesa redonda, Hari Bhathal, coordinador médico Neurocenter Barcelona, se ha centrado en el tratamiento de la epilepsia con cannabis, y más concretamente la encefalopatía epiléptica, un síndrome electroclínico asociado con una alta probabilidad de presentar características encefalopáticas que aparecen o empeoran tras el inicio de la epilepsia. "El CBD tiene datos preclínicos que apuntan a eficacia epiléptica a través de varios mecanismos. Datos clínicos controlados muestran una reducción estadísticamente significativa de crisis en pacientes con epilepsia farmacorresistente".

Mientas que sobre el cannabis y calidad de vida ha hablado José Carlos Bouso, director científico de ICEERS. "El cannabis lleva más tiempo que la medicina basada en la evidencia, no se ajusta a sus estándares porque tiene una farmacología errática. Principalmente su uso es para mejorar la calidad de vida relacionada con la salud".

La pandemia de la Covid-19 pone nuevamente de manifiesto la precariedad de las personas enfermas que utilizan el cánnabis como complemento terapéutico, que denuncian que cada vez es más difícil acceder. Desde la Fundación ICEERS recuerdan que, sin una regulación específica, el paciente y también sus familias y cuidadores están desprotegidos y se ven obligados a buscar productos de peor calidad y sin controles sanitarios en el mercado negro. De hecho, según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 84% de la población está a favor de regular el cánnabis medicinal.

Autor: IM Farmacias