Los farmacéuticos se han implicado activamente en el abordaje del Covid-19 desde los diferentes ámbitos de ejercicio profesional. Lo recuerda en un comunicado de prensa el Col·legi de Farmacèutics de Barcelona. Con una gran capacidad de adaptación, desde la Farmacia Hospitalaria, Atención Primaria, Salud Pública, Análisis Clínicos, Distribución, Farmacia Comunitaria ...
Los farmacéuticos se han implicado activamente en el abordaje del Covid-19 desde los diferentes ámbitos de ejercicio profesional. Lo recuerda en un comunicado de prensa el Col·legi de Farmacèutics de Barcelona. Con una gran capacidad de adaptación, desde la Farmacia Hospitalaria, Atención Primaria, Salud Pública, Análisis Clínicos, Distribución, Farmacia Comunitaria e Industria, entre otras, se han focalizado de forma prioritaria en la protección de la salud de las personas en una situación excepcional como la crisis sanitaria que se ha vivido.
Los farmacéuticos de hospital, integrados en equipos multidisciplinarios, han trabajado en la actualización constante de los protocolos de tratamiento a medida que se han ido generando nuevas evidencias científicas. También se han implicado en el acondicionamiento, reenvasado, reetiquetado y adaptación de la información farmacoterapéutica de medicamentos importados de todo el mundo para garantizar el suministro y, a su vez, la seguridad en el uso de los medicamentos sedantes y relajantes musculares que han necesitado los pacientes críticos intubados y que han tenido que ser importados por problemas de desabastecimiento.
En coordinación con los farmacéuticos comunitarios y de la distribución, han organizado un circuito para evitar que durante el confinamiento los pacientes inmunodeprimidos, con problemas graves de movilidad o fragilidad social, tuvieran que desplazarse al hospital únicamente para recoger su medicación hospitalaria. Cuando ha sido necesario, se ha continuado haciendo atención farmacéutica por teléfono o vídeo consulta.
Desde la Atención Primaria, los farmacéuticos han gestionado el conocimiento sobre el tratamiento y prevención del Covid-19, analizando la evidencia científica; elaborando protocolos y recomendaciones en el abordaje terapéutico de esta patología; difundiendo entre los profesionales asistenciales de la Atención Primaria la información disponible y resolviendo las consultas que estos planteaban. Desde la Atención Primaria se han creado e implementado circuitos que facilitan la gestión de los planes terapéuticos por parte de la población dentro del marco de las medidas del confinamiento, en coordinación con la farmacia comunitaria y los servicios de farmacia de los hospitales.
Asimismo, se ha suministrado la medicación a los Centros de Atención Primaria que la necesitan para la atención domiciliaria y de residencias geriátricas en situaciones de final de vida y de atención y tratamiento específico por el Covid-19; y para la asistencia interna del Centro de Atención Primaria.
Desde el ámbito de la Salud Pública, han formado parte y han dado soporte a los equipos de vigilancia epidemiológica, elaborando encuestas, recomendaciones de confinamiento domiciliario y estudiando los casos positivos y sus contactos, facilitándolos también protocolos de seguridad.
Igualmente, los farmacéuticos de Salud Pública han dado soporte a los planes de contingencia en centros de personas mayores para prevenir el contagio de residentes y trabajadores. También han hecho seguimiento de la aplicación de los protocolos mediante visitas y redacción de informes, que incluyen sectorización por zonas del centro; control de circuitos de ropa, comida; aislamientos de los residentes, limpieza y desinfección, entre otros. Del mismo modo, se han formado los responsables de prevención e higiene de las actividades de ocio de verano 2020 en los ámbitos de la prevención, protección e higiene alimentaria.
El papel de los laboratorios también ha sido clave durante la crisis sanitaria. Más allá de la importancia de las pruebas diagnósticas, se han realizado otras que han ayudado a valorar la gravedad de la enfermedad y a predecir el riesgo de evolución de esta hacia formas más severas. Los farmacéuticos de análisis clínicos han participado en la confección de perfiles analíticos para evaluar el estado de los pacientes en urgencias afectados por esta enfermedad. Se han validado en un tiempo récord las pruebas diagnósticas (RT-PCR de muestras respiratorias) y las serológicas, para apoyar el diagnóstico y evaluar la seroprevalencia de determinados grupos de población.
También se ha formado al personal para la realización de estas técnicas, tanto para su protección, como la de adquirir las habilidades para llevar a cabo todos los procedimientos analíticos durante 24 horas, todos los días de la semana, organizando los turnos de trabajo. Con participación a nivel hospitalario, se han confeccionado los protocolos para el resto de los equipos asistenciales, toma de muestra, transporte e interpretación de resultados.
Como nexo entre las instituciones sanitarias, la Industria y la Farmacia Comunitaria, desde la Distribución se ha hecho posible que los ciudadanos tuvieran acceso rápido a todos los medicamentos en cualquier punto del territorio.
Se ha reforzado el aprovisionamiento de productos con una demanda incrementada para evitar problemas de suministro y se ha trabajado conjuntamente con Sanidad para distribuir de forma controlada los productos críticos, como la hidroxicloroquina, el interferón y las mascarillas, entre otros.
Los farmacéuticos comunitarios, como profesionales más próximos a la ciudadanía, se han implicado en la gestión de la crisis sanitaria resolviendo consultas de la población, facilitando información sobre el Covid-19 y el correspondiente tratamiento y transmitiendo confianza y tranquilidad. Más concretamente, en coordinación con el resto de los profesionales sanitarios y diferentes ámbitos asistenciales, han diseñado e implementado nuevos circuitos excepcionales para evitar visitas en los Centros de Atención Primaria y el contacto con el recinto hospitalario, así como garantizar el suministro de medicamentos en nuevos entornos asistenciales como los Hoteles-Salud.
Y se han actualizado de manera intensiva sobre los nuevos tratamientos aplicados para poder hacer tanto la correspondiente atención farmacéutica, como para continuar mejorando la seguridad del uso de los medicamentos a través de las notificaciones al sistema de farmacovigilancia. Por otro lado, han adaptado los medicamentos para aquellos pacientes con características especiales, ya sea por cuestiones de dosificación o vía de administración (pediatría, dificultades de deglución).
Desde la red de 3.227 farmacias comunitarias de Cataluña se han puesto en marcha diferentes iniciativas con el objetivo de hacer llegar la medicación a personas vulnerables con la creación de una red de voluntarios o de facilitar el acceso de la población a las mascarillas, ofreciendo un canal seguro y de calidad en un momento en el que había escasez.
Por otro lado, los farmacéuticos de la industria han asegurado la continuidad del suministro, especialmente de todos aquellos medicamentos esenciales para el tratamiento de los pacientes en las Unidades de Cuidados Intensivos, informando permanentemente de las cantidades disponibles; racionalizando el stock, siguiendo las instrucciones de la AEMPS, para garantizar que los medicamentos disponibles eran destinados a los puntos donde podían ser más críticos; y trabajando con las instalaciones productivas para asegurar una cobertura racional y continuada adecuada a las necesidades cambiantes, entre otros. También han garantizado la continuidad de las instalaciones productivas, planificando los recursos humanos y materiales y adoptando medidas higiénicas y organizativas, que permitieran mantener la continuidad del personal, tanto en las plantas como en los centros de distribución.
Además, han trabajado para asegurar los flujos de productos hacia los centros de distribución nacional, monitorizando las situaciones fronterizas para desbloquear aquellos casos en los que las entregas de medicamentos o materias primas quedaron bloqueadas. Finalmente, han participado en la investigación de los potenciales tratamientos entre los medicamentos disponibles y las vacunas, contribuyendo con los ensayos clínicos a la captación de pacientes y al suministro de los medicamentos.