En las farmacias también solemos encontrar productos de fitoterapia, por lo que es importante que el farmacéutico conozca cuáles son. Para esto Infarma 2019 ha organizado una conferencia dedicada a ello, en la que diversos profesionales han explicado los tipos y funciones de tales productos. Josep Allué, vocal plantas medicinales ...
En las farmacias también solemos encontrar productos de fitoterapia, por lo que es importante que el farmacéutico conozca cuáles son. Para esto Infarma 2019 ha organizado una conferencia dedicada a ello, en la que diversos profesionales han explicado los tipos y funciones de tales productos. Josep Allué, vocal plantas medicinales y homeopatía del COF Barcelona, ha nombrado cuáles son las principales categorías legales de productos en fitoterapia, como algunos medicamentos, cosmética y complementos alimenticios.
En cuanto a los medicamentos de plantas medicinales, la norma establece que deben tener indicaciones apropiadas exclusivamente para medicamentos tradicionales a base de plantas y estén destinados para su utilización sin el control de un médico a efectos de diagnóstico, prescripción y seguimiento de un tratamiento.
Respecto a los productos sanitarios a base de plantas, Josep Allué ha remarcado que su diferencia, con respecto a la anterior categoría, es que su mecanismo de acción no es de medicamento. El profesional ha destacado que todos los productos sanitarios a base de plantas deben llevar el marcado CE. Mientras que también ha citado algunos complementos alimenticios a base de plantas, como nutrientes, vitaminas y minerales.
José López, vocal de plantas medicinales y homeopatía del COF de la región de Murcia, ha destacado que es importante dotar a los farmacéuticos de unos protocolos para una gestión eficaz. "Cada vez hay más pacientes que demandan productos de fitoterapia, especialmente para tratar gripe, resfriados, dolores de garganta…".
¿Qué necesita el farmacéutico? Según José López, "una herramienta que permita encontrar rápidamente las líneas rojas para derivar al paciente al médico y encontrar los síntomas clave que permitan diferenciar el producto más adecuado a cada paciente según sus síntomas".
Ello pasa por implementar protocolos que llevan a la derivación al médico e indicación farmacéutica en fitoterapia. "Los pasos son la dispensación informada, indicación farmacéutica y seguimiento farmacéutico". La hoja de ruta de estos protocolos incluye búsqueda bibliográfica (como las monografías de Escop), la elaboración de un algoritmo general y uno de indicación fitoterápica, "luego es necesaria una revisión y un contexto homogéneo".
Para Jesús López el protocolo se divide en dos partes: en la primera se evalúa si se trata de un problema menor o debe derivarse al médico, las medidas higiénico-sanitarias y el tratamiento de fitoterapia. La segunda parte se basa en seleccionar los productos de fitoterapia indicados.
Gema Pons, vocal de fitoterapia y homeopatía del COF de Tarragona, ha explicado una primera versión del trabajo realizado hasta ahora en su grupo de trabajo, en el que analizaron trastornos emocionales y respiratorios. "Lo primero siempre es evaluar si podemos ayudar a la persona que tenemos delante, es decir, los servicios de indicación terapéutica". El modus operanti empieza por la formación del grupo de trabajo, seleccionar la categoría de síntomas menores a trabajar, sigue por la repartición del trabajo, búsqueda bibliográfica, comprobación de fuentes fiables y la elaboración de diversas fases, finalizando con la selección del tratamiento.