El farmacéutico es una figura clave para identificar qué pacientes pueden tener disfagia y aconsejarles sobre qué deben tomar. Así lo analizado María Sagalés, doctora en farmacia, farmacéutica adjunta del servicio de farmacia del Hospital General de Granollers, durante la charla sobre este tema en Infarma 2019. La profesional ha destacado ...
El farmacéutico es una figura clave para identificar qué pacientes pueden tener disfagia y aconsejarles sobre qué deben tomar. Así lo analizado María Sagalés, doctora en farmacia, farmacéutica adjunta del servicio de farmacia del Hospital General de Granollers, durante la charla sobre este tema en Infarma 2019.
La profesional ha destacado cuáles son los síntomas de la disfagia, como la movilidad disminuida de la boca y de la lengua, carraspera frecuente, cambios en el patrón alimentario, pérdida de peso, entre otros, mientras que al comer o beber "se produce una lentitud al iniciar la deglución, muchas degluciones para un solo bocado y toser o estornudar durante y después de la alimentación". Y, tras la ingesta de líquidos o sólidos, suele producirse afonía o voz ronca, fatiga y cambios en el patrón respiratorio.
Un factor importante en la disfagia es la edad, de ahí que haya tantos casos actualmente, pues, la profesional ha remarcado que el 10% de la población europea mayor de 50 años puede tener problemas de disfagia. Concretamente, sucede en un 10% de la población de entre 70-79 años y el 33% en personas mayores de 80 años. "Por envejecimiento, hay diversos trastornos, como alteraciones en dentición y salivación, entre otras".
Prevenir es muy importante, puesto que entre las consecuencias de este tipo de pacientes está "el atragantamiento, varias degluciones para un mismo bocado, malnutrición, deshidratación, infecciones y aumento de la asistencia sanitaria".
La doctora en farmacia ha nombrado los principales grupos de riesgo de esta enfermedad, además de por la edad: los de deterioro cognitivo, los que presentan síndrome confusional agudo, enfermedad vascular cerebral, pacientes procedentes de UCI, y los que han tenido un ictus cerebral. ¿Qué preguntas debe hacer el farmacéutico al posible paciente? María Sagalés ha detallado algunas: "cuándo come o bebe, ¿le cuesta tragar? ¿se atraganta? ¿Le da tos?
Entre los tratamientos para este tipo de pacientes, la profesional ha nombrado la utilización de espesantes o aguas gelificadas, una adaptación a la dieta y logopedia (ejercicios de rehabilitación, neuroestimulación), y ha señalado que los fármacos han ofrecido resultados dudosos.
Consejos del farmacéutico
Ante estos problemas y, como prevenir es esencial, María Sagalés ha dado consejos sobre las recomendaciones que deben dar los farmacéuticos a este tipo de pacientes. "Desde el punto de vista nutricional, se debe modificar la dieta, aconsejar suplementos nutricionales, adaptar el tratamiento farmacológico".
Otra recomendaciones es que no se debe beber directamente del botellín ni usar pajitas, aumentar la consistencia de algunos alimentos, y evitar dobles texturas y frutas de riesgo. Según la profesional, "en el mercado hay productos comercializados con composición definida y diseñados para cubrir las necesidades del paciente".
María Sagalés también ha presentado el estudio del grupo de trabajo de disfagia HGG. Entre sus conclusiones, se comprobó que si la disfagia se trataba, la tasa de mortalidad era del 16%, pero si no se trataba, entonces la tasa era superior, del 30%.
Durante esta jornada, Anna Bach, vocal de Alimentación y Nutrición del COF de Barcelona, ha presentado el área de formación Ágora de nutrición y salud, realizada en colaboración con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona y Nestlé Health Science. Entre las áreas formativas que se van a tocar están la alimentación saludable, la disfagia, el control de peso, el riesgo nutricional y la gestión.