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El insomnio es la alteración del sueño más común. Es uno de los síntomas más frecuentes que afectan a la población, precedido sólo por el dolor. Cerca del 10% de la misma lo presenta de manera crónica, y casi el 50% lo padece en algún momento de su vida, según ...
El insomnio es la alteración del sueño más común. Es uno de los síntomas más frecuentes que afectan a la población, precedido sólo por el dolor. Cerca del 10% de la misma lo presenta de manera crónica, y casi el 50% lo padece en algún momento de su vida, según datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. El insomnio afecta en gran medida a la población anciana, y sobre todo a mujeres postmenopáusicas. El sueño tiene un papel fundamental en el mantenimiento y la restauración, no sólo del sistema nervioso, sino de todo el organismo.
Por tanto, la perturbación del sueño tiene consecuencias muy relevantes para la salud, y efectos perjudiciales sobre el metabolismo y el sistema endocrino que equivalen a un envejecimiento acelerado del cuerpo. El insomnio es considerado un factor de riesgo para la mayoría las patologías con las que coexiste, incluyendo la enfermedad coronaria y la depresión. Asimismo, el propio insomnio es un factor de riesgo para las enfermedades mentales y, en particular, para la depresión; en concreto, la tasa de depresión entre los individuos con insomnio es 2,1 veces mayor que en la población en general. Entre los factores desencadenantes más frecuentes están: el estrés, los problemas familiares, o las dificultades de tipo laboral y económico. También influye la personalidad del individuo y, por supuesto, el entorno: temperatura, ruido, etc. La dificultad para dormir es más prevalente en mujeres de edad media, y cada vez más habitual en adolescentes y niños. Las consecuencias se manifiestan durante el día, como fatiga, ansiedad, falta de energía y disminución del nivel de alerta. Además, pue- de suponer una gran carga personal, social y económica. Las necesidades de sueño varían en función de la edad y de las circunstancias y características personales.
El insomnio se caracteriza por, al menos, uno de los siguientes síntomas:
La duración de un sueño nocturno inferior a 8 horas diarias, no significa que el individuo tenga insomnio, ya que como hemos comentado anteriormente, cada persona tiene unas necesidades diarias de sueño, que son muy variables y dependientes de la edad.
Clasificación
Existen distintos tipos de insomnio, y cada uno de ellos presenta un tratamiento distinto, por lo que es necesario conocer cuál es el que sufre el paciente para poner un tratamiento individualizado. Según su duración, podemos clasificarlo en:
El insomnio también se puede clasificar en función de cómo se produzca en:
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