La vacunación no termina en la infancia

Ciencia versus emoción. Pfizer organizó, en colaboración con la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), este miércoles el seminario formativo para periodistas Vacunas hoy: falsos mitos, logros y retos de futuro, con la presencia de Mónica Piñuela, jefa de Comunicación de dicho laboratorio, que se llevó el mensaje de la importancia de la vacunación.

Mara Garcés, pediatra del Centro de Salud Nazaret de Valencia, destacó que las vacunas funcionan. Aseguró que vacunas, como por ejemplo la del sarampión, son seguras y no tienen efectos secundarios. "Desde el punto de vista de una pediatra de Primaria, habría que ver la sonrisa que ponen los niños cuando se vacunan", contó. Su intención es la información, la formación y el empoderamiento de los padres para que sepan el motivo de vacunar a sus hijos. Añadió que es un bien social. Al vacunarnos, protegemos igualmente a los demás. Explicó que, cuando unos padres le preguntaron si podían retrasar el vacunar a su bebé a los seis meses, es como si no usaran hasta los seis meses el sistema de retención del coche para los bebés porque les aprieta. Es decir, una temeridad. Indicó que es una buena noticia el que, en los niños de hasta los cinco años, las coberturas son cercanas al 100%. A nivel de los adolescentes, es más difícil mantener coberturas de más del 90%. E incidió en la necesidad de la vacunación frente al virus del papiloma humano también en varones, en toda la población en general.

Federico Martinón, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, afirmó que la inclusión de las vacunas en los calendarios debe ser una decisión técnica. "Las vacunas sólo funcionan si se utilizan. Tenemos un calendario excelente para niños, pero hay margen de mejora", argumentó. Para él, no hay mejor inversión en salud global que la de las vacunas. Eso sí, la inversión actual en vacunas es "insuficiente". Aseveró que no podemos discutir si las vacunas son buenas o malas, sino si son mejorables o no. Habría que revisar los criterios y medios materiales, potenciar los presupuestos. Expuso que habría que hacer un esfuerzo añadido a la hora de luchas con vacunas contra la enfermedad meningocócica, principalmente en niños y adolescentes. "Hay que mejorar la información y la educación frente a la vacunación", propuso. Puntualizó que los países de nuestro entorno que hacen obligatorias las vacunas lo hacen por medidas paliativas, como algo transitorio.

Por su parte, Ángel Gil, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, hizo hincapié en el papel de las vacunas para un envejecimiento saludable. Relató que se ha ido trabajando en un calendario de vacunas para toda la vida y que el Ministerio de Sanidad ve que la vacunación como "una medida coste-efectiva". "La estrategia de la vacunación del adulto hasta ahora la habíamos establecido en función de la edad. Pero, tenemos que ir más allá y hay que establecer determinadas situaciones de riesgo", declaró. No hay que olvidar que vamos hacia una población envejecida. "La prevención también la tenemos que aplicar para que tengamos un envejecimiento activo y saludable", insistió. La prevención ha de estar presente durante toda la vida. "La vacunación no termina en la infancia", certificó. Una vacuna que él potenciaría, entre otras, es la del herpes zóster. Concluyó que los profesionales de la salud deben estar formados y promover y recomendar la vacunación.

Fernando Comas, vicepresidente de ANIS y delegado territorial de la asociación en Asturias-Cantabria, se refirió a una encuesta que apunta a que los periodistas que trabajan en medios actúan de filtro frente a los mensajes antivacunas. "Los grupos antivacunas no son antiproductivos en su contacto, pero se observa una aproximación y escucha creciente", informó. Remarcó que las vacunas son eficaces.

FOTO PRINCIPAL: De izda. a dcha.: Ángel Gil, Mónica Piñuela, Fernando Comas, Federico Martinón y Mara Garcés.