Según datos de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), la insuficiencia venosa crónica es un problema de salud que supone a diario un número importante de consultas en la farmacia comunitaria. Puesto que los síntomas son muy variados y pueden diferir de una persona a otra ya ...
Según datos de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), la insuficiencia venosa crónica es un problema de salud que supone a diario un número importante de consultas en la farmacia comunitaria. Puesto que los síntomas son muy variados y pueden diferir de una persona a otra ya en las primeras fases desde la aparición de la enfermedad, el farmacéutico puede desarrollar una labor clave en el cuidado diario y la promoción de la salud de los pacientes, como primer eslabón de la cadena sanitaria
La insuficiencia venosa es una enfermedad que afecta a las venas y que se caracteriza por dificultar el retorno de la sangre a través de las venas hacia el corazón y provocar su estancamiento. Esta afección puede ocasionar manifestaciones principalmente de carácter estético en forma de pequeñas venas varicosas (telangiectasias, arañas vasculares y varículas) o varices. Pero si la IVC no se trata correctamente puede progresar hacia fases más graves, con trastornos tróficos, que podrían derivar en úlceras en los miembros inferiores del paciente.
Los problemas de circulación venosa y la pesadez de piernas son especialmente habituales entre las mujeres y se ven agravados en gran medida por factores de riesgo como la época estival por el aumento del calor que hace que las venas se dilaten, pasar muchas horas de pie o sentado sin andar, llevar ropa muy ajustada, la obesidad, el embarazo, una alimentación poco adecuada y un ritmo de vida acelerado que, paradójicamente, favorece el sedentarismo y la falta de ejercicio.
Según los especialistas, la insuficiencia venosa crónica suele tener un inicio muy lento, en donde es mucho más fácil actuar en las primeras fases. Sin embargo, una vez que se produce la hipertensión venosa, es especialmente difícil retroceder. Por eso, el consejo farmacéutico es una pieza clave para detectar los primeros síntomas y saber derivar al especialista médico para lograr a tiempo un diagnóstico precoz.
En líneas generales, la insuficiencia venosa suele tratarse de un modo conservador a través de un estilo de vida más saludable, el uso de flebotónicos -muy bien tolerados- y medias de compresión para mejorar el flujo sanguíneo. La cirugía está recomendada cuando estas medidas anteriores no mejoran los síntomas y siempre bajo recomendación del médico especialista en enfermedades de las venas (cirujano vascular).
A la hora de recomendar hábitos saludables, que ayuden a evitar los efectos del sedentarismo y la falta de actividad física, es fundamental recomendar la realización periódica de actividades que muevan grandes grupos musculares, como caminar, correr, nadar o el ciclismo. El objetivo es activar la circulación para mejorar el retorno venoso y, en definitiva, los síntomas de la insuficiencia venosa.
Venosmil: dos presentaciones, dos soluciones complementarias
Venosmil, de Faes Farma, es un medicamento flebotónico o venotónico, es decir, que refuerza las pareces de las venas desde las primeras fases de la insuficiencia venosa crónica. Indicado para aliviar los síntomas de la hinchazón de piernas y varices,
Venosmil actúa favoreciendo la circulación de la sangre cuando hay estancamiento en las venas de las extremidades inferiores que les impide desarrollar correctamente su función transportadora.
El principal principio activo de Venosmil es la hidrosmina, un compuesto de la familia química de los flavonoides, que se obtiene de purificar la fracción flavonoica de determinadas plantas. Las principales acciones farmacológicas de la hidrosmina son:
En la actualidad, existen dos presentaciones de Venosmil que son complementarias y que pueden indicarse en el tratamiento en adultos para el alivio de los síntomas relacionados con la insuficiencia venosa leve de las extremidades inferiores, tales como dolor, sensación de pesadez, tirantez, hormigueo y picor en piernas con varices o hinchadas:
El tratamiento integral de la IVC puede realizarse con Venosmil cápsulas, como principal tratamiento de los síntomas, y complementarlo con la aplicación de Venosmil Gel mediante masajes ascendentes de los tobillos hasta la rodilla, para favorecer la activación de la circulación.
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