El anteproyecto de Ley de Ordenación Farmacéutica de Madrid posibilita abrir nuevos centros de dispensación de medicamentos en centros de salud, clínicas, centros veterinarios y residencias. Esto permite a los propietarios suministrar a varios centros, lo que favorece la consolidación de grupos de distribución, explican desde la Asociación por la ...
El anteproyecto de Ley de Ordenación Farmacéutica de Madrid posibilita abrir nuevos centros de dispensación de medicamentos en centros de salud, clínicas, centros veterinarios y residencias. Esto permite a los propietarios suministrar a varios centros, lo que favorece la consolidación de grupos de distribución, explican desde la Asociación por la Defensa del Modelo Sanitario y Asistencial (ADMSA), en desacuerdo con esta modificación de la normativa. A su vez, el anteproyecto, consensuado por Consejería de Sanidad de Madrid y Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, penaliza a las farmacias impidiéndoles la misma capacidad competitiva y sometiéndolas a sanciones astronómicas que no contempla para el resto de centros de dispensación.
"A esto hay que sumar que estos nuevos competidores no tienen el nivel de exigencia ni la vocación sanitaria y asistencial de la farmacia", manifiestan desde ADMSA. "Se desprotege, en definitiva, al paciente que ya no puede elegir farmacia y que no tiene garantizada la no confluencia de intereses entre el prescriptor y el dispensador".
Desde el punto de vista de ADMSA, para las oficinas de farmacia hay cuatro puntos del anteproyecto que deberían reconducirse como condición indispensable:
Algunos miembros de ADMSA han presentado alegaciones a estos artículos del anteproyecto de ley.
En opinión de esta asociación que reúne a más de 150 socios (la mayoría farmacéuticos aunque también hay pacientes y médicos) de Madrid, es "sorprendente que ni farmacéuticos titulares ni adjuntos sepamos exactamente qué está pasando acerca del nuevo anteproyecto de Ley de Ordenación Farmacéutica". Hablamos no solo de la depreciación del fondo de comercio de todas las oficinas de farmacia, del patrimonio de todos, sino también de la depreciación de la dignidad profesional (aunque un farmacéutico no se dedique, ni pretenda hacerlo, a la venta de medicamentos veterinarios o a las residencias, el hecho de no poder hacerlo por ley hace que el valor de la farmacia baje).
"Somos un grupo de expresión, no de presión; pretendemos comunicar a todo el que lo quiera oír, desde el mayor de los espíritus constructivos, que este anteproyecto va a suponer un perjuicio claro para todos los que aún somos realmente independientes si se aprueba con el texto actual", argumentan desde la asociación.