La suplementación dietaria con un senolítico natural mejora la función vascular en la vejez

Un estudio de la Universidad de Colorado revela que la fisetina, administrada de manera intermitente a una dosis de 100 mg diarios por kg de peso corporal en ratones de edad avanzada, induce un favorable remodelado de la pared arterial de la aorta y promueve la elasticidad de este vaso en respuesta a estímulos mecánicos. Estos efectos fueron acompañados por un incremento de la función de las células endoteliales, las cuales presentaron mayor capacidad de vasodilatación, como consecuencia de la mayor disponibilidad de óxido nítrico. En estas células los científicos constataron, además, una significativa reducción del estrés oxidativo, especialmente en las mitocondrias, orgánulos esenciales en el suministro de energía.

Zachary Clayton, codirector del estudio, afirma que los beneficios observados son atribuibles a la actividad senolítica de la fisetina, que elimina las células senescentes del tejido, restaurando las funciones fisiológicas del mismo. Así se confirmó en una cepa de ratones en la que estas células senescentes pueden ser eliminadas del endotelio de manera específica. En estos animales la fisetina no tuvo ningún impacto adicional sobre la ya reducida rigidez arterial, asegura Clayton. El investigador concluye indicando que, a diferencia de los senolíticos sintéticos actualmente en desarrollo clínico, la fisetina es un flavonoide que se encuentra de forma natural en alimentos comunes, por lo que su uso en humanos podría englobar menos riesgos. Aunque los científicos no descartan que este compuesto pueda exhibir otras actividades además de la senolítica, la sostenida reducción de los marcadores de senescencia mucho después de la finalización el tratamiento apunta a que este mecanismo de acción tiene un papel central en el beneficio vascular.

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