El papel del farmacéutico en la educación medicamental de las personas mayores

La jornada titulada “El farmacéutico comprometido con la sociedad” ha versado sobre la existencia de diversos programas de educación sobre el uso de los medicamentos. En ella han participado Teresa Hernández, tesorera del COF de Lleida, para presentar el Proyecto Radars; Mercè Barau, vocal de la Junta de gobierno del COF de Barcelona, con el Proyecto Vincles; Assumpció Roset, comissionada d´Alcaldia de la Gent Gran de l´Ajuntament de Barcelona, y ha estado moderada por Monserrat Gironès, vocal de Ortopedia del COF de Barcelona.

Teresa Hernández ha presentado el programa “Educación sanitaria a la gente mayor” que radica en la formación de un buen uso del medicamento en la población anciana, que ha contado con la colaboración del Colegio de Farmacéuticos de Catalunya, cuyo objetivo es aumentar el conocimiento de la población anciana en cuanto al uso del medicamento, gracias a una buena educación sanitaria por parte del farmacéutico comunitario. En 2006 se inició un proyecto piloto, que se consolidó en 2007 y 2008, mientras que en 2010 se realizó la implantación del programa y 2012 fue el año de consolidación en toda Cataluña. El programa consta de acciones formativas, en formato de charlas y talleres interactivos, y tuvo tanto éxito este grupo de trabajo que ha sido integrado en el proyecto Europeo “Envejecimiento activo y saludable” y en las líneas estratégicas de CatSalud y del Pla de Salut de Catalunya 2011-2015.

A su vez, Mercè Barau explicó el Proyecto Vincles consistente en identificar las necesidades sociales y problemas que van más allá de la salud, por parte del farmacéutico, fundamentalmente en el ámbito de las personas mayores. En este sentido, Barau comentó que “ya empiezan a existir iniciativas y pequeñas cosas que buscan la prevención y la reducción del riesgo de aislamiento en personas ancianas”. El papel del farmacéutico se vislumbra, por lo tanto, esencial puesto que puede ayudar a identificar las necesidades, los problemas y, además, cuenta con un perfil y un historial médico que puede aprovechar para poner en marcha estrategias encaminadas a la resolución de las necesidades sociales y sanitarias. Para ello, el Proyecto Radars se basa en pensar en la farmacia como un espacio de mediación y un “radar especializado”, como agente sanitario que es. Hasta la fecha se han conseguido cerca de 400 farmacias adheridas al proyecto, en todos los distritos de Barcelona.

Por último, Assumpció Roset ofreció la visión más institucional y presentó el Proyecto VinclesBCN, desarrollado en la Ciudad Condal, que pretende reducir el número de personas mayores en situación de aislamiento que viven en la ciudad. Asimismo, mostró los efectos que el aislamiento tiene para la salud, entre otros, que tienen un 3,5 más de posibilidades de entrar en residencias aquellas personas mayores que viven solas y aisladas, más opciones de acudir a urgencias, sufrir depresión o, incluso, demencia durante los próximos 15 años. Así, el Proyecto Vincles transforma la manera de atender a esa persona mayor al poner en contacto a dicha persona con sus familiares, con voluntarios o colaboradores de la institución y servicios sociales, es decir, lo que denominan la “red de confianza”. Todo ello se desarrolla con la utilización de una tableta que cuenta con las herramientas necesarias para que la persona mayor pueda, entre otras cosas, ponerse en contacto con su red de contactos previamente establecida, una agenda que incluye las visitas al médico y la posibilidad de intercambiar fotografías o vídeos con sus allegados, para tratar de conectar a las personas mayores con las nuevas tecnologías y que se relacionen con el exterior.