La ampliación de los servicios implica un cambio no sólo en los profesionales farmacéuticos, sino también en la concepción de la propia farmacia instaurada como un espacio integral de salud. "Se ha producido una evolución necesaria hacia el paciente y sus necesidades de salud. Si antes realizábamos esencialmente labores de ...
La ampliación de los servicios implica un cambio no sólo en los profesionales farmacéuticos, sino también en la concepción de la propia farmacia instaurada como un espacio integral de salud. "Se ha producido una evolución necesaria hacia el paciente y sus necesidades de salud. Si antes realizábamos esencialmente labores de dispensación, ahora nuestra labor se orienta hacia el paciente y los efectos que provocan en él los medicamentos. Este cambio comporta un crecimiento del valor profesional que somos capaces de aportar", declara Jordi de Dalmases, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona.
Con más de 8.600 colegiados, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona se plantea como uno de los objetivos prioritarios garantizar esa evolución, preservando los valores esenciales de la profesión. "Los servicios no deben ser la finalidad del farmacéutico. Estamos creando una cartera de servicios –como pueden ser el cribado de cáncer de colon, VIH, riesgo cardiovascular, etc.–, pero no pueden convertirse en el fin, es la herramienta que nos permite crecer profesionalmente de manera ordenada y segura".
Sostenibilidad
Además de contribuir al desarrollo de los servicios profesionales, la entidad desempeña otras funciones como velar por la ética profesional o ejercer de interlocutor entre las instituciones públicas y el sector. "Es fundamental que la Administración nos considere una pieza esencial del sistema de salud, sólo así lograremos alcanzar mejoras conjuntas que repercutan en una mayor viabilidad económica", afirma el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona, y continúa: "La mejor manera de afrontar el reto de la sostenibilidad es hacer que cuenten con nosotros para solucionar los problemas sanitarios del futuro. Si somos imprescindibles, seremos sostenibles".
El farmacéutico es el primer contacto del ciudadano con el sistema sanitario, lo cual puede reportar importantes beneficios a la hora de afrontar los principales problemas del SNS. "Es importante que los poderes públicos vean en nosotros un recurso útil para tratar cuestiones como la viabilidad a largo plazo. Juntos podemos encontrar alternativas a los retos que nos plantea el futuro, de hecho, los farmacéuticos somos la puerta de entrada al sistema de salud, la red más extensa de los profesionales sanitarios que está al servicio de la población".
Crisis económica
En Cataluña, al igual que ocurre en otras regiones, las consecuencias económicas se han dejado sentir en las cuentas de la oficina de farmacia. "Desde 2008, año en el que fui nombrado presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona –y anteriormente había estado al frente de Fedifar y de Federación Farmacéutica–, he visto cómo los efectos de la recesión han hecho mella en nuestro sector".
Algunos de los hechos más significativos han sido la disminución de las cuotas colegiales –que no sólo no han subido, sino que han disminuido en un 10%–, y los retrasos en el pago, "medidas que han generado una situación de dependencia de la Administración pública que nos ha perjudicado en buena medida".
Solución integral
En contraposición, Jordi de Dalmases apuesta por la diversificación del gasto sanitario, y por la búsqueda de alternativas. "Las medidas no pueden dirigirse únicamente al ámbito farmacéutico. Además, debemos observar la coyuntura actual, más que como un problema, como una realidad provocada por el éxito de la investigación y de los sistemas sanitarios: todos viviremos más años y envejeceremos, lo que supone un reto para el sistema".
Asimismo, el presidente de la entidad de la ciudad condal muestra la disponibilidad del colectivo para actuar como agente relevante en la toma de decisiones. "Representa una ocasión para crecer, pero, para ello, será necesario que la sanidad pública cuente con todos los agentes que intervienen, esto es, deberá integrar a los farmacéuticos y al resto de profesionales de la salud en las soluciones que se adopten".
Servicios remunerados
En cuanto a la ampliación y profesionalización de nuevos servicios, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona es proclive a establecer un sistema de remuneración, ya que requieren tiempo e inversión. "Consideramos necesario que los servicios profesionales estén remunerados, no en vano, todas estas actividades forman parte del crecimiento profesional que debe tener el farmacéutico e implican una apuesta de futuro importante".
A largo plazo, hay una serie de temas que afectan específicamente a Cataluña. "Uno de los temas que tenemos encima de la mesa es la ordenación de la atención farmacéutica a los centros residenciales. Deberemos abordarlo centrándonos en los resultados de los medicamentos en los pacientes, es decir, en la atención farmacéutica, antes que en el producto. Esa es la única filosofía posible".