Es frecuente que el paciente o alguno de sus familiares directos padezcan asma, rinitis o conjuntivitis alérgicas (al polen, al polvo o a otros productos). Al conjunto del asma alérgico, la rinoconjuntivitis alérgica y la dermatitis atópica se le denomina atopia. El hábito del cuidado de la piel con dermatitis atópica ...
Es frecuente que el paciente o alguno de sus familiares directos padezcan asma, rinitis o conjuntivitis alérgicas (al polen, al polvo o a otros productos). Al conjunto del asma alérgico, la rinoconjuntivitis alérgica y la dermatitis atópica se le denomina atopia.
El hábito del cuidado de la piel con dermatitis atópica ha de ser constante y para toda la vida, ya que es más sensible a las agresiones externas, además de ser más seca. Si el manto ácido de la piel se recompone, disminuye la sequedad y con ella el picor, que es el principal síntoma de la DA.
Los productos empleados para la higiene han de ser poco irritantes: es mejor evitar los jabones alcalinos y, en general, es preferible que no tengan perfume. Al evitar la irritación, también desencadenada por el exceso de sudor, controlamos también que la microflora normal de la piel no se altere. Se trata de un factor de protección muy importante frente a las infecciones de la piel. En el caso de los niños, es mejor intentar seguir sus preferencias en cuanto al olor y características de los productos.
Prevalencia
Los expertos estiman que entre el 10% y el 15% de la población general padece dermatitis atópica. En los menores es la enfermedad crónica de la piel más frecuente, ya que la sufren hasta un 20% de los niños. Lo habitual es que aparezca en la época de lactante. De hecho, un 60% de los casos debuta en el primer año de vida.
No hay una diferencia marcada de la frecuencia de la enfermedad en ambos sexos.
La enfermedad es mucho más frecuente en familias en donde se da alguna de las enfermedades que constituyen la atopia. Se ha determinado que si una persona sufre dermatitis atópica, cada uno de sus hijos tiene un 40% de posibilidades de padecer la enfermedad y un 25% de tener rinitis, conjuntivitis o asma alérgico. Si ambos padres tienen la dermatitis atópica la probabilidad de que cada hijo la padezca es de un 80%. La intensidad de la enfermedad de cada miembro de la familia es independiente.
Causas y mecanismos
La dermatitis atópica tiene una base inmunológica; es decir; hay un desequilibrio en la células que mantienen las defensas del organismo, de forma que la persona reacciona de manera exagerada a estímulos ambientales (sustancias que producen alergia o que irritan, gérmenes, estímulos emocionales, sudoración...). También se produce un cambio en la estructura de las grasas superficiales de la epidermis. El agua que contiene esta capa tiende a evaporarse y da a la piel un aspecto muy seco.
Por otra parte, el picor producido por la liberación de diferentes sustancias desde las células inflamatorias (mastocitos, eosinófilos, linfocitos...) hace que el paciente se rasque de forma intensa. Con el rascado se estimulan directamente las células de la epidermis, lo que activa su división y les hace producir otras sustancias que estimulan los linfocitos T. Con ello se cierra el ciclo: a mayor picor, mayor rascado; y a mayor rascado, mayor picor.