La Hepatitis C vuelve a ejemplificar el problema de los altos precios de los medicamentos

Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo han debatido esta mañana sobre el problema de los altos precios de los medicamentos, poniendo como ejemplo la crisis de financiación que supuso la llegada de los nuevos antivirales de acción directa con efecto curativo en Hepatitis C.

06/10/2017

La eurodiputada y responsable de la Oficina Europea en España, María Andrés, destacó este viernes, 6 de octubre, la importancia del movimiento de pacientes con Hepatitis C, al haber llevado a la actualidad política y social el alto precio de los medicamentos, de forma que estos quedan muchas veces fuera ...

La eurodiputada y responsable de la Oficina Europea en España, María Andrés, destacó este viernes, 6 de octubre, la importancia del movimiento de pacientes con Hepatitis C, al haber llevado a la actualidad política y social el alto precio de los medicamentos, de forma que estos quedan muchas veces fuera del alcance de los ciudadanos. Además de pedir al Parlamento Europeo que se logre un acuerdo con la industria farmacéutica para evitar la falta de acceso y que se retome la directiva europea de transparencia para los precios y las condiciones de reembolso de los medicamentos. Dado que hay una opacidad que también resaltó el presidente en Madrid de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C, Adolfo García, para quien los laboratorios deberían hacer una propuesta de precio adecuada a la autoridad sanitaria, para cada nuevo medicamento, y sin que haya luego negociaciones encubiertas o las compañías tengan una posición dominante en las decisiones.

Pie de foto: Roberto Sabrido (Asociación para un Acceso Justo al Medicamento)

La jornada se convocó a instancias de la delegación española del Grupo de la Alianza Progresista de los Socialistas y Demócratas (S&D) en el Parlamento Europeo. Como presidente de la Asociación por un Acceso Justo al Medicamento, Roberto Sabrido, aseguró que el derecho humano a tener la medicación que se necesita no está no garantizado actualmente en ningún país del mundo. Según su opinión, el SNS, que siempre debe ser gratuito, universal y tener financiación pública ha pasado de estar en riesgo por la crisis, cuyos efectos permanecen, a estarlo también por los altos precios de los nuevos medicamentos. Atendiendo a su razonamiento, las negociaciones de precios "país por país" han reforzado a las multinacionales, rompiendo un equilibrio que sólo se podrá recuperar, abriendo un debate público y apelando a la responsabilidad social de la industria farmacéutica.

Estas compañías, afirmó, deben contentarse con beneficios que no superen el 30%, dado que no gastan en I+D más allá del 16% de su presupuesto, dedicando el resto a marketing. Con el añadido de que dicha investigación se hace mayoritariamente en hospitales públicos. Para Sabrido, no existe justificación para mantener las patentes, una vez que cada medicamento ha cubierto su cifra de costes en I+D y desarrollo.

Pie de foto: Soledad Cabezón (PSOE, S&D)

También participó en la jornada con una conferencia la eurodiputada Soledad Cabezón, autora del informe europeo que lleva su apellido. Como primera premisa consideró imprescindible potenciar el debate político en Europa sobre la sostenibilidad de los sistemas sanitarios y la defensa de la atención sanitaria pública frente al embate de los precios. Según sus cálculos, Europa se debate entre países que dedican un 3.4% de su presupuesto a su sanidad, como Chipre, y otros que gastan un 10,3% de su PIB en ese capítulo como, por ejemplo, Holanda. En el caso español, señaló que se trata de una inversión que ha ido decreciendo progresivamente desde el año 2000 (7%) al 2016 (5,96%), de forma que se espera que caiga al 5.6% en 2019. Un comportamiento presupuestario que sitúa al país en el puesto 26 de la OCDE por inversión en salud. En un contexto general de atonía inversora por la prevención, ya que la UE sólo dedica un 3% a este objetivo.

En el debate sobre el acceso a los medicamentos y sus precios, actualmente vivo en el Parlamento Europeo, Cabezón consideró esencial regular la investigación y la propiedad intelectual. Un problema que, según sus palabras, afecta tanto a países ricos como pobres. Y que movió a reconocer al Consejo Europeo en junio de 2016 que existe un claro fallo del mercado. Algo que debería llevar a las autoridades sanitarias a plantear una reforma regulatoria similar a la que se hizo en los años 60 del siglo XX para establecer los criterios de farmacovigilancia. Como problemas de grueso calibre a corregir, Cabezón señaló la salida al mercado de fármacos prácticamente iguales a sus predecesores, con objeto de encadenar patentes, además de los numerosos litigios que frenan la penetración de medicamentos genéricos. A lo que sumó los estudios de la UE por los que se estima que los costes de I+D de los nuevos medicamentos son infinitamente inferiores a los que informan los laboratorios y a que hay dudas sobre la verdadera innovación terapéutica que aportan la mayoría de los nuevos medicamentos, siendo nimia en el 85-90% de los casos.

Pie de foto: Pedro Pita-Barros (Universidad de Lisboa)

Por eso, la europdiputada instó a que la UE tenga presente que, desde el Acuerdo de Doha, se pueden ejecutar en suelo comunitario licencias obligatorias, por las que los estados podrían tomar el control de aquellas moléculas que fueran de interés vital para la ciudadanía. O incluso hacer como ocurre en India, donde sólo se permiten patentes de medicamentos realmente innovadores.

Sin olvidar, como sentenció la política socialista, que la legislación europea dispone de los artículos 80 y 81 para evitar los abusos que se puedan producir en posiciones dominantes de mercado. Aunque, ya en un plano más positivo, Cabezón puso como ejemplo, el acuerdo logrado entre industria y la UE para relanzar la consecución de medicamentos huérfanos para enfermedades raras en suelo europeo.

Pie de foto: Andrew Hill (Universidad de Liverpool)

Al ser un encuentro comunitario, la jornada contó con dos expertos internacionales: el profesor de Economía de la Universidad de Lisboa, Pedro Pita-Barros, y el farmacólogo de la Universidad de Liverpool, Andrew Hill. El primero habló de coste-efectividad y años de vida ganados por las nuevas terapias, ajustados por calidad, como criterios de valoración para los nuevos medicamentos. En el debate de los incentivos a la innovación, recomendó que la posición de las compañías no sea más fuerte que la de los pacientes, para lo que pidió que los gobiernos europeos se coordinen de cara a garantizar los derechos asistenciales de las personas.

Por su parte, Andrew Hill puso suficientes ejemplos del precio real de fabricación por kilo de medicamentos tan famosos como Sofosbuvir, Harvoni o Entecavir, en Hepatitis C, y los extraordinarios precios que han llegado a alcanzar según cada país. A lo que siguió con la reflexión de saber si, realmente es posible, o no, mantener la actual I+D sin los altos precios que hoy la sustentan.

Pie de foto: De Izda a Dcha: Francisco Bombillar (Universidad de Granada), Julio Sánchez Caro (jurista sanitario) y David Mamerstein (analista político)

Finalmente, también participaron otros ponentes que, como el doctor Julio Sánchez Caro animaron a centrar el problema de los precios en el ámbito de la Bioética y a seguir de cerca litigios como el que actualmente protagoniza la compañía Aspen Pharma. Argumento que respaldó el ex presidente del CGCOM, el doctor Juan José Rodrígez Sendín, para quien la falta de acceso a las nuevas terapias es la consecuencia de unos precios que son "actos de fuerza" motivados por la codicia de sectores del mercado.

Pie de foto: Dr Juan José Rodríguez Sendín

Algo que, en opinión del profesor de la Universidad de Granada, Francisco Bombillar, se debe a que las patentes están globalizadas para proteger  unos precios especulativos y un sistema que coarta la competencia a lo que la Ley de Patentes 2015 permite responder, en el caso español con la ejecución de licencias obligatorias para funciones sociales por criterio de salud pública.

Una opción, la anterior, que el analista político David Hammerstein propuso reforzar con la opción a compra de algunas moléculas por parte de agrupaciones de países, además de poner a trabajar a las agencias e institutos públicos de investigación para el desarrollo de nuevos medicamentos, siempre en código abierto. Para que no ocurra, como resaltó, que se sigan financiando terapias "sin brújula", como ocurre en el caso de los psicofármacos.

La eurodiputada María Andrés también recordó durante la jornada que la falta de investigación comercial en antibióticos propiciará el fallecimiento de muchos ciudadanos del planeta en los próximos años.

Foto superior:   Fernando Lamata, Pedro Pita-Barros, Julio Sánchez Caro, Roberto Sabrido, Andrew Hill y David Hammerstein

Autor: IM Farmacias