"En Cataluña el impago ha sido nefasto pero coyuntural"

¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.

22/11/2016

Con una gran experiencia en el sector farmacéutico, Guillermo Bagaria se muestra satisfecho de haber seguido con la trayectoria familiar. Desde que viera a su madre en la antigua botica, siempre ha tenido vocación de servicio a los demás. Eso es precisamente lo que más le enriquece de su profesión: ...

Con una gran experiencia en el sector farmacéutico, Guillermo Bagaria se muestra satisfecho de haber seguido con la trayectoria familiar. Desde que viera a su madre en la antigua botica, siempre ha tenido vocación de servicio a los demás. Eso es precisamente lo que más le enriquece de su profesión: ayudar al otro. “En mi casa siempre se ha vivido la vocación farmacéutica como propia y lo llevo viendo desde que tengo uso de razón. Llevo más de 16 años dedicado a esta profesión, y lo que más me satisface es percibir que mi trabajo resuelve problemas y mejora la calidad de vida de mis pacientes”.

Desarrolla su labor en el barrio de la Florida (Barcelona), y además desempeña una función esencial en la Junta de Gobierno del COF de la ciudad condal. “Se trata de uno de los barrios más poblados de la gran urbe y con nivel socioeconómico medio-bajo. A mi farmacia acude principalmente el paciente geriátrico polimedicado, por lo que aproximadamente el 70% de la facturación se corresponde con la seguridad social, mientras que el 30% es de venta libre y de productos relacionados con la parafarmacia”.

Gran conocedor de la profesión, Guillermo considera que el modelo de farmacia ha evolucionado gracias a la introducción de nuevos servicios, la optimización de los recursos, la profesionalidad del servicio y la especialización de la atención farmacéutica. Éstos han sido algunos de los avances más importantes. Pero además “se ha progresado mucho en cuestiones relacionadas con la gestión de la farmacia con medidas como la implantación de la receta electrónica que ha agilizado muchísimo las tarea diaria del profesional; también se ha ampliado el mercado con la llegada de internet y las nuevas redes sociales”. Junto a estas ventajas también se han llevado a cabo iniciativas que han causado efectos negativos. “Aquí, en Cataluña, el impago ha sido nefasto pero coyuntural. Los RD y OPR que se suceden desde la década de los 90 me preocupan aún más porque son medidas a largo plazo. Sea como fuere, los recortes se podían haber dirigido hacia otras áreas como la hospitalaria”.

En este escenario cambiante, Guillermo determina dos tendencias con respecto al futuro de la farmacia. Por un lado, una orientación más comercial, y por otro, una más sanitaria, ambas son lícitas y necesarias. “Personalmente tengo la ilusión de ver un futuro en el que la oficina de farmacia sea un elemento más del sistema sanitario, que trabaje de forma integrada y que justifique su participación por la prestación de servicios profesionales farmacéuticos, aportando valor y haciéndose imprescindible. Fuera de ese escenario veo difícil justificar el modelo frente a otros actores que pueden ofrecer la mera dispensación de forma más económica”.

Precisamente éste es el objetivo a largo plazo: poder ofrecer en la farmacia algo más que la simple dispensación de fármacos, el valor añadido vendrá de la calidad de la atención farmacéutica. Para ello la formación es fundamental. “Debemos estar continuamente formándonos, sólo así seremos capaces de ser competitivos y esenciales para el sistema. La sociedad nos ve como proveedores de medicamentos y nos falta aún mucho trabajo para cambiar esa percepción y defendernos como proveedores de salud. Históricamente hemos tenido una actitud pasiva respecto al paciente, eso también está cambiando”.

En este proceso de adaptación a la nueva situación, Guillermo ha optado por dotar de calidad a los servicios, aún a cambio de un saldo que en ocasiones es deficitario. “Venimos de un escenario en el que el margen lo soportaba todo, eso ya no es así y hay que evaluar costes a riesgo de que los servicios sean deficitarios. Personalmente corregí el error de la gratuidad, y de lo único que me arrepiento es de haber tenido miedo de hacerlo antes”.

Por último, afronta los próximos años con optimismo, y considera que sólo adoptando una actitud crítica respecto a los servicios prestados y su desempeño desde la legalidad y la evidencia empírica, será posible convertir el sector en un agente imprescindible para el sistema.    

Autor: IM Farmacias